El concepto “Pasiva” se usa para definir la capacidad de la edificación para aprovechar al máximo los recursos naturales de su entorno, persiguiendo un funcionamiento lo más autónomo posible, minimizando la aportación de energía adicional y la dependencia de los elementos mecánicos (“Sistemas Activos“). Durante el proceso de diseño es importante tener en cuenta los siguientes conceptos:
Mucho más que una etiqueta
La calificación energética A supone al cabo del año un importante ahorro energético y económico.
Al realizar una reforma integral tenemos en cuenta varios aspectos, además de la redistribución del espacio o del cambio de materiales, ofrecemos mejoras en:
1- VIVIENDA Y ENTORNO:
Elección del emplazamiento de la vivienda ambientalmente más favorable e integración urbanística positiva acorde con la arquitectura local y con el entorno (campo, pueblo, ciudad…), primando los espacios exteriores cuidados y abundante vegetación (zonas arboladas o boscosas, parques…).
2- EVALUACIÓN GLOBAL DE LOS FACTORES DE RIESGO EN TORNO A LA VIVIENDA:
Ruido y contaminación acústica, fuentes de contaminación electromagnética (líneas de alta tensión, subestaciones eléctricas, transformadores, antenas de telefonía móvil o de telecomunicaciones) o fuentes de contaminación ambiental (vertederos, industrias contaminantes, incineradoras…) que impidan a una vivienda ser saludable para sus moradores al estar en un entorno saludable.
3- ESTUDIO GEOBIOLÓGICO DEL EMPLAZAMIENTO DE LA VIVIENDA:
Y especialmente de los espacios de larga permanencia (dormitorios, lugares de trabajo, descanso…) evitando las zonas de intensa radiación terrestre, las alteraciones telúricas o geofísicas y los cruces de bandas geomagnéticas, eligiendo las zonas denominadas de “Buen Sitio” favorables para la salud y la vida.
4- AUSENCIA DE CONTAMINACIÓN ELÉCTRICA O ELECTROMAGNÉTICA EN EL INTERIOR DE LA VIVIENDA:
Evitando la proximidad de fuentes de contaminación electromagnética y realizando instalaciones eléctricas biocompatibles en la vivienda (apantallamiento de cables, correctas tomas de tierra, sistemas de desconexión eléctrica automáticos…).
5- CRITERIOS DE BIOCONSTRUCCIÓN:
Diseño bioclimático que aprovecha los recursos de la naturaleza para climatizar el edificio. Elección razonada de los sistemas constructivos y de los materiales, primando el que sean lo más eficientes, confortables, saludables y ecológicos posible. Primar el ahorro energético y el uso de energías limpias y renovables.
6- MATERIALES SANOS Y ECOLÓGICOS:
Elección de los materiales, pinturas, acabados, mobiliario y elementos decorativos, según criterios de biocompatibilidad y medioambientalmente respetuosos (ecológicos). Los materiales deben propiciar la salud de los moradores, ser transpirables, de baja emisión radiactiva y ausentes de compuestos químicos potencialmente tóxicos.
7- CALIDAD DEL AIRE INTERIOR:
Mantener una constante renovación del aire interior y una adecuada ionización. Evitar la introducción en la vivienda de elementos de construcción o de decoración y de productos de limpieza, con sustancias químicas potencialmente tóxicas para la salud o agresivas para el medio ambiente. Optar por una “química suave” y poco agresiva. Hacer amplio uso de las plantas para la purificación y limpieza del aire interior.
8- ILUMINACIÓN NATURAL:
Orientación de las fachadas principales al sol, amplias aperturas y elección de lámparas y sistemas de iluminación artificial de máxima eficiencia, bajo consumo energético y alta calidad biológica (espectro solar completo).
9- ÓPTIMA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS NATURALES:
Evitar la generación de excesivos residuos domésticos, con un consumo responsable y la separación selectiva en la vivienda. Gestión responsable del agua (ahorro, reciclaje y depuración ecológica).
10- RESPONSABILIDAD DE LA VIVIENDA CON LA VIDA, LA SALUD Y EN ENTORNO:
Promoviendo que las viviendas sean diseñadas, construidas o rehabilitadas con criterios de conciencia y responsabilidad medioambiental, siendo conscientes de la implicación que la vivienda ejerce sobre la salud de sus moradores y como factor de riesgo o de impacto medioambiental. Y procurando que las viviendas y lugares de trabajo, cumplan en la medida de lo posible con unos criterios mínimos de higiene energética e implementen de forma progresiva los criterios de biohabitabilidad.